Hasta que un Fulano nos separe


Hasta que un Fulano nos separe
Por Micaela Del Gaudio

El miércoles 3 de marzo del 2010, pasará a la historia como el día en que pudo realizarse el primer matrimonio gay en la Ciudad de Buenos Aires. Luego de la campaña los “mismos derechos, los mismos nombres”, encabezada por las diferentes organizaciones en defensa de los derechos de la comunidad gay y distintas personalidades políticas apoyaron la campaña para incluir el matrimonio gay dentro de la Ley de Uniones Civiles, proyecto que fue presentado anteriormente por la CHA, Comunidad Homosexual Argentina, en el año 2004.

Elena Liberatori, jueza en lo Contencioso y Administrativo autorizó el casamiento de Damián Bernath y Jorge Salazar, tras el recurso de amparo presentado por la pareja, al contemplar que la unión entre personas del mismo sexo no afecta a la moral de la sociedad. Tras la decisión del gobierno porteño de no apelar esta medida, como si sucedió a fin de año pasado, cuando se logró frenar el matrimonio de José María Bello y Alex Freyre en la Ciudad de Buenos Aires, en esta ocasión la justicia desconoció el pedido de la Corporación Católica de Abogados, que pidió la nulidad del fallo a favor de la unión.

La ceremonia se realizó en el Registro Civil Nº1, ubicado sobre la calle Uruguay en pleno centro porteño, sólo la presencia de familiares, testigos y  María Rachid y Florencia Kravetz, ambas integrantes de la FALGTB, Federación Argentina de Lesbianas Gays Travestis y Bisexuales acompañaron a la pareja, que luego de la ceremonia brindó una ronda de prensa.

Luego de este día que ha marcado un antes y un después en la lucha por la igualdad de derechos, hay más de 60 peticiones de parejas que desean contraer matrimonio. Desde la FALGTB, se aseguró que se brindarán las ayudas para llevar a cabo los mecanismos judiciales.

No ha pasado una semana desde que se concretó la primera unión civil entre personas del mismo sexo en la Ciudad de Buenos Aires cuando la Justicia anuló el efecto del mismo. El juez Félix Igarzábal, aceptó el pedido de anulación del matrimonio de Damián Bernath y Jorge Salazar realizado por un particular. Según las fuentes judiciales, la presentación realizada por el denunciante Ernesto Lamuedra, se sustentó en la violación al Código Civil, que sostiene que para que haya un matrimonio debe de haber una unión entre un hombre y una mujer.

Seguida a la nulidad de la unión, basándose en incumplimiento del artículo número 172 del Código Civil, el juez ordenó que sea devuelta la libreta matrimonial, la abogada de la pareja Florencia Kravetz señaló ante diferentes medios de comunicación de la ciudad de Buenos Aires que la pareja no devolverá la libreta hasta tanto no reciban la notificación formal y la sentencia sea firme.

En tanto, María Rachid, presidenta de la FALGTB (Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Travestis y Bisexuales) adelantó que podría comenzarse un juicio político por previcato, dado que “está fallando de acuerdo a sus creencias personales”.
 

1 comentario:

Diego Sívori dijo...

Muy buena nota. Felicitaciones.