Plan B, es cuestión de romper tabúes
Por Micaela Del Gaudio
Plan B, la opera prima de Marco Berger, actor argentino y cineasta egresado de la Universidad del Cine. La película ha cosechado muy buenas críticas en la opinión especializada del cine nacional y en numerosos festivales extranjeros. La historia se presenta cuando Bruno (Manuel Vignau) es dejado por su novia Laura, con quien a lo largo del tiempo mantendrá encuentros ocasionales. Bruno planeará hacerse amigo de Pablo (Lucas Ferraro), el nuevo novio de Laura para separarlos.
La situación cambiará cuando por una infidencia Bruno comenzará su Plan B, enamorar a Pablo a partir de un supuesto romance que había mantenido con un hombre. A lo largo del largometraje Bruno y Pablo harán un viaje de retorno a la niñez, en unos ambientes recreados, cuidados de tal manera, que alejados de las distracciones tecnológicas, -ningún actor mostrará a lo largo de la película un celular- nos llevan a la reconstrucción de uno de esos lazos que creemos irrompibles durante la niñez.
Con el correr de los minutos esa relación tan íntima que llevan Bruno y Pablo comenzará a cuestionar los límites de la sexualidad de ellos, aunque no se llegará a una escena completamente explicita, sino a una declaración de amor por carta como muestra de esa desesperación luego de que Pablo se alejara de Bruno al saber la verdad.
El filme, que se proyectará desde julio hasta septiembre en el MALBA -Museo de Arte Latinoamericano de Bueno Aires- nos acerca a la cotidianeidad, a un ambiente alejado de los grandes excesos, nos deja como buen gusto que no todas las historias de amor gay tienen un final triste rompiendo con ciertos moldes del cine gay tradicional.
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